Luis Manuel Toto Polito/
San Andrés Tuxtla.- El accidente y volcadura de un vehículo que transportaba a trabajadores tabaqueros pasado el mediodía de este martes y dónde viajaban niños, evidencia que aún sigue existiendo en México la mano de obra infantil concensuada entre empresas y familias, y las condiciones de riesgo a las que son expuestos.
Un promedio de 80 sembradores y cosechadores de la planta de oro de los tuxtlas, quedaron regados cómo fruta en la carretera y en el acotamiento de la vía que comunica al cerro del venado, para ser más exactos, en la curva más peligrosa que existe en la región de los tuxtlas y que por cierto fue tomada en sentido descendiente por un gran camión de más de 3 toneladas que transportaba a los empleados como animales.
Debido al accidente, varias patrullas de policía, unas 4 ambulancias de San Andrés Tuxtla y de Catemaco prestaron auxilio, fue una labor titánica y por demás impresionante observar la coordinación y el correr de los cuerpos de auxilio que gracias a sus elementos, llevaron entre brazos a niños de entre 10 y 14 años a las camillas, mientras que otros atendían en el suelo a los que no se podían levantar.
La atención fue básicamente de selección: los más delicados (incluidos menores) fueron llevados a los nosocomios de San Andrés y Catemaco con caras ensangrentadas y huesos rotos, y los que quedaban fueron inmovilizados, entablillados de piernas y/o brazos, les colocaron collarín y a algunos más suero debido a cuadros de desidratacion que presentaban por haber soportado la jornada laboral de la mañana y que sumaba el grave accidente.
Los alaridos y quejidos de dolor se incrementaron pasados los minutos, muchos adultos ya tenían sangre seca en sus rostros, por su parte los niños lloraban y se “apretaban” sus piernas, brazos o espaldas y tuvieron que ser subidos a las patrullas para transportarlos en las bateas. Algunos adultos más, y que estaban recostados fueron levantados pero para su sorpresa descubrieron que los dolores en sus caderas era insostenible, fueron diagnosticados con fractura de fémur.
Aquí salta a la luz que aunque las dependencias afines al sector laboral no están resolviendo las necesidades más básicas de las familias tuxtlecas, alguien no realiza su labor de supervisión a las empresas que contratan o sub contratan a familias enteras, incluidos niños y a quienes se les restringe de educación básica y/o seguridad, ojalá este accidente sea del conocimiento del gobernador Cuitlahuac García y las dependencias correspondientes.