Vamos a ayudar al presidente

PARTEAGUAS // Jonathan Ruiz Torre

  • En una plaza pública el presidente López Obrador es una estrella, pero en los negocios necesita ayuda urgente.

Parece que no es lo suyo. La semana pasada Andrés Manuel López Obrador dijo que vienen grandes inversiones, pero luego disparó palabras que francamente no dan ideas claras. En una plaza es una estrella, pero en los negocios el presidente merece ayuda.

Su equipo anotó lo que pudo y a como Dios dio a entender redactó algunos párrafos que acaso ofrecen pistas. Va un ejemplo:

“Al informar los resultados de su visita oficial a Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó la inversión de 40 mil millones de dólares que aplicarán empresarios estadounidenses –a partir de ahora y hasta 2024– en ductos, plantas de licuefacción y fertilizantes, así como en extracción de petróleo crudo en sociedad con Petróleos Mexicanos (Pemex), conforme a los contratos existentes”, dijeron los mensajeros oficiales en un comunicado.

Esto es como platicar que en el restaurante todo estuvo bien, que salía bien el jabón en el baño y que el gas prendía bien el fuego para lavar bien los platos y que todo quedó sabroso.

Pero basados en el mismo documento es posible asumir por principio, que se concretan finalmente las inversiones y resultados de las rondas de licitación para explotar reservas de hidrocarburos, concursadas durante el sexenio pasado.

“Si ustedes recuerdan, se entregaron en ese entonces 110 contratos”, dijo el mandatario.

“Ahora que ha subido de precio ya es más atractivo para quienes tienen esas concesiones, esos contratos. Y hay campos, yacimientos petroleros que tienen mucho potencial”, informó oficialmente.

Tiene razón. Antes insignificante, México obtuvo durante mayo una producción total de petróleo de 180 mil barriles diarios que, ojo, no procede de Pemex. Según la CNH, ese volumen viene de 18 contratos petroleros firmados por empresas privadas con el gobierno.

Esos 180 mil barriles equivalen ya a más de 10 por ciento de la producción nacional y a unos 16 millones de dólares diarios.PUBLICIDAD

Las compañías ganadoras durante las rondas petroleras firmaron en suma dos compromisos importantes: invertir aproximadamente 100 mil millones de dólares y entregar a la Secretaría de Hacienda en números gruesos, cuatro de cada cinco dólares de las utilidades que obtengan por la venta de petróleo.

El gobierno actual no tiene que poner un solo peso. Parece un buen negocio, presidente.

Hay otros dos planes que parecen combinar las cualidades de relevancia y sustento.

Uno es el de los proyectos de licuefacción, que es la ‘congelación’ de gas natural para comprimirlo y llevarlo en barcos a lugares remotos de Europa y Asia, en donde piden de rodillas que alguien les lleve un poco, ante el rol de gasero impredecible de los rusos.

La apuesta por el ‘fracking’ brinda ahora a Estados Unidos casi el doble de producción con respecto a la década pasada. El gobierno concedió el permiso de exportarlo y las empresas que operan en ese país andan como soltero en despedida.

En 2016 no vendían al exterior. Hoy mandan unos 10 mil millones de pies cúbicos diarios al mundo en embarcaciones, de acuerdo con la Energy Information Administration. Eso implica para los vecinos el cobro de unos 100 millones de dólares… por día.

Pero no se dan abasto y necesitan más plantas desde dónde exportar.

Por eso la californiana Sempra –que ya tenía una planta para importar gas en Ensenada, México– ahora la prepara técnicamente para exportar desde ahí el gas producido en el sur de Estados Unidos. Algo similar ocurre en Tamaulipas.

López Obrador avisó que cinco mil millones de dólares ya son aplicados en el complejo de Baja California y en el de Altamira, en el Golfo de México; que vienen inversiones de ese tipo en Puerto Libertad, mar de Cortés, Salina Cruz, Oaxaca, y Coatzacoalcos, Veracruz.

Finalmente está el negocio de exportar energía limpia, que luego de tres visitas de John Kerry –enviado estadounidense para el Clima– finalmente parece convencer al presidente:

“Siempre y cuando la planeación esté a cargo de la Secretaría de Energía y el socio principal sea la Comisión Federal de Electricidad, pero se puede permitir la inversión extranjera en sociedad con la CFE”, dijo AMLO. Conviene ayudar al presidente, ésta puede salir bien.

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