De origen inglés, el ingeniero era considerado un “genio” debido a sus anteriores obras portuarias, petroleras y de ferrocarriles en otras partes del mundo.
El actual puerto de Veracruz se construyó durante el gobierno de Porfirio Díaz
XALAPA, VER.- Con 121 años, el puerto de Veracruz sigue siendo el más importante de México y uno de los más importantes de la región. El diseño de sus muelles y la infraestructura alrededor han sobrevivido el paso del tiempo y no es una casualidad, esto se debe a uno de los personajes más importantes en la construcción de puertos y vías férreas del siglo pasado
Weetman Dikinson Pearson llegó desde Inglaterra a México en 1889, ya con el título de lord Cowdray y como un exitoso contratista, que gracias a su cercanía con el Partido Liberal de su país, llevaba con éxito su firma constructora llamada S. Pearson & Son.
La empresa de Pearson ya contaba con un largo historial de obras portuarias, hidráulicas y ferrocarrileras en varias partes del mundo, tanto de proyectos públicos como privados, según data en WikiMéxico, plataforma que es parte de la Fundación Carlos Slim.
El mismo año en que llegó, en 1889, el entonces presidente Porfirio Díaz, contrató al empresario Pearson para encargarse de las obras del Gran Canal de Desagüe de la Ciudad de México. Seis años más tarde, se concesionó la reconstrucción del puerto de Veracruz y de Coatzacoalcos, a la empresa Pearson & Son, en 1895 y 1896, respectivamente.
Puerto de Veracruz
La construcción del puerto de Veracruz para recibir embarcaciones data desde junio de 1518, según relata la página oficial de la Secretaría de Turismo y Cultura (Sectur). Una expedición española comandada por Juan de Grijalva llegó el islote de Tecpantlayac frente a las playas de Chalchihuecan, al cual llamó San Juan de Ulúa, “derivado de un vocablo escuchado a los nativos y por el “Santo” del jefe expedicionario.”
En 1519, Hernán Cortés desembarcó en este mismo sitio, y para 1540 se comenzó a construir un muro con argollas para amarrar barcos. 55 años más tarde, se trasladó el ayuntamiento asentado en La Antigua, a las cercanías de San Juan De Ulúa, donde se funda la Nueva Veracruz, quedando unido el puerto a la ciudad que hoy conocemos como Veracruz.
Hasta agosto de 1882, el alcalde Domingo Bureau, colocó la primera piedra para la construcción de una bahía abrigada, pero su proyecto no prosperó, y es en 1895 cuando Porfirio Díaz, como presidente, concesionó a la empresa S. Pearson & Son, propiedad de Weetman Dikinson Pearson, la construcción del puerto artificial de Veracruz.
La obra consistió en extender el terreno que había y ganar terreno al mar, con malecones, diques y rompeolas, lo que significó un gran avance para el desarrollo de Veracruz, y en general México, por permitir facilidades de exportación e importación a través de embarcaciones.
Los trabajos fueron de 1895 al 6 de marzo de 1902, cuando se inauguró entre festejos el Puerto de Veracruz. La obra, según datos de Sectur, tuvo una inversión aproximada de 30 millones de pesos mexicanos de aquella época.
Más obras de Pearson
Además del puerto de Veracruz, a Pearson se le adjudica la construcción del de Coatzacoalcos, el de Salina Cruz, en Oaxaca y el Ferrocarril Nacional de Tehuantepec. Sin embargo, fue la explotación y exportación de petróleo el más grande negocio del contratista.
“Pearson ordenó la adquisición de grandes extensiones de terrenos en la región del Istmo. Contrató un equipo experimentado de perforadores y administradores norteamericanos, y en 1904 obtuvo su primera producción, la cual, aunque no fue abundante en escala comercial, le animó a construir una refinería en Minatitlán.” Data en WikiMéxico.
Más tarde, expandió sus operaciones al norte de Veracruz; con altibajos, en agosto de 1908, Pearson fundó una compañía independiente a la que ya tenía como constructora. La Compañía Mexicana de Petróleo El Águila estaba dedicada cien por ciento a la exploración, explotación, refinería y exportación de petróleo.
Su pozo más productivo fue el Potrero del Llano 4. Entre 1912 y 1919 su producción anual se incrementó de 5.2 a 18.7 millones de barriles, de los cuales el 62 por ciento fueron para exportación. Entre 1914 y 1919, las utilidades netas pasaron de 5 a más de 29 millones de pesos, “que le permitieron pagar dividendos de 40% sobre sus acciones preferentes y comunes.” Según datos de la Fundación Carlos Slim.
El fin de El Águila a cargo de Pearson vino cuando la producción de petróleo sobrepasó a la cantidad de lo que podían manejar, por lo que en 1919 decide vender el control de la compañía por 10 millones de libras.