Álvar Núñez Cabeza de Vaca llega a La Florida, junto con el primer africano en América, denominado “Estebanico”.

Según la ruta que siguieron, pasaron muy cerca del Valle de las Salinas en Nuevo León (Gral. Escobedo, Salinas, Victoria, Abasolo, El Carmen, Hidalgo, Zuazua, Ciénega de Flores, Mina, Marín).

La caída y conquista de Tenochtitlan en el año 1521 fue uno de los motivos para que más expediciones zarparan de España hacia Las Indias (actual América) en busca de riqueza y expandir el cristianismo.

Hace 494 años, una de las expediciones era la de Pánfilo de Narváez que partió del Puerto de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, Andalucía, para la colonizar muy al noreste de las tierras exploradas y conquistadas por Hernán Cortés.

La flota estaba comprendida por 7 naves, más de 500 hombres como tropa militar y cerca de 200 como tripulación, entre ellos iba el segundo de abordo, tesorero y visor de Carlos I Rey de España, me refiero a Álvar Núñez Cabeza de Vaca, quien tenía a su servicio a “Estebanico” esclavo negro de origen marroquí.

La expedición tenía como principal objetivo colonizar “La Florida”, sin embargo, la flota sufrió en una tenaz tormenta y fue obligada a encallar en una bahía, actual “Tampa Bay”.

Pánfilo de Narváez decide continuar por tierra mientras enviaba su flota hacia el oeste, sin embargo, se internan en tierras de los nativos Apalaches, quienes al verse invadidos muestran su hostilidad y continúan su travesía en canoas improvisadas hasta llegar y superar el delta del río Mississippi.

La mayoría de los expedicionarios murieron y también Pánfilo de Narváez, los sobrevivientes fueron hechos prisioneros por los nativos, entre ellos Álvar Núñez Cabeza de Vaca, quien durante los siguientes años anduvo de tribu en tribu junto con “Estebanico” y otros sobrevivientes.

Recorrió el sur de Texas hasta llegar a lo que hoy llamamos “El Paso” y atravesar los Estados hoy llamados Coahuila, Chihuahua y Sonora.

Álvar Núñez Cabeza de Vaca tuvo las primeras noticias sobre las legendarias 7 ciudades de CÍBOLA y QUIVIRA, las cuales se decía eran ricas en oro.

Año 1534
LOS SUPERVIVIENTES LLEGAN A SINALOA.
Los cuatro hombres, Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Andrés Dorantes de Carranza, Alonso del Castillo y Estebanico, escaparon del cautiverio y viajaron hacia el oeste hasta lo que hoy es Texas y el norte de México. Los cuatro sobrevivientes escaparon al interior del actual EE.UU. y se convirtieron en curanderos. Como curanderos, fueron tratados con gran respeto y se les ofreció comida, refugio y obsequios, y las aldeas celebraron celebraciones en su honor. Cuando decidieran que querían irse, el pueblo anfitrión los guiaría al siguiente pueblo. A veces, hasta 3,000 personas los seguían hasta el siguiente pueblo. El grupo atravesó el continente hasta el oeste del actual México, en el desierto de Sonora en la Nueva España. Fueron los primeros europeos y los primeros africanos en ingresar al oeste americano. Habiendo caminado más de 3,200 kilómetros desde su aterrizaje inicial en Florida, finalmente llegaron a un asentamiento español en Sinaloa. Luego viajaron de allí a la Ciudad de México.

Año 1536, Julio
EN LA CIUDAD DE MÉXICO.
Álvar Núñez Cabeza de Vaca y compañeros narraron historias de riquezas fantásticas que habían escuchado en su largo viaje por lo que al oírlas Antonio de Mendoza y Pacheco, I Virrey de la Nueva España (1535-1550), organizó una expedición encabezada por el fraile franciscano Marcos de Niza quien llevaría Como guía a Estebanico.

Año 1537
Álvar Núñez Cabeza de Vaca regresa a España y en los siguientes años exploró Brasil, Paraguay y Argentina, murió en Sevilla, España el 27 de mayo de 1559.

Año 1539
MUERTE DE ESTEBANICO.
Durante el viaje en un lugar llamado Vacapa (probablemente ubicado en algún lugar del estado de Sonora) envió el fraile a Estebanico por delante para investigar. Poco después Estebanico reclamó la presencia del fraile por haber escuchado de los nativos historias de ciudades colmadas de riquezas. Al enterarse de eso fray Marcos de Niza supuso que se trataban de las “SIETE CIUDADES DE CÍBOLA Y QUIVIRA” (una leyenda europea derivada de las novelas de caballería de boga en esa época). Estebanico no esperó al fraile, sino que siguió avanzando hasta llegar a Háwikuh (reserva indígena Zuni en el condado de Cibola, Nuevo México en donde encontró la muerte a manos de los nativos.

El apellido Cabeza de Vaca quedó arraigado en el Virreinato, y en nuestros días en el norte y noreste de México…

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