- Luego del cierre del centro de movilidad de San Sebastián Tutla sólo se ofrecen a los extranjeros corridas de Juchitán a CDMX, pero a un costo más alto, por lo que optan por caminar sin recibir ningún tipo se ayuda o auxilio
Por Alberto López Morales //eluniversal.com.mx
Juchitán, Oaxaca – En vísperas del ingreso de una caravana de al menos 2 mil migrantes al territorio oaxaqueño, cientos de extranjeros se desplazan caminando sobre la carretera Panamericana y otras rutas desde el Istmo de Tehuantepec y hacia la ciudad de Oaxaca, de acuerdo con un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en estas rutas.
Son migrantes haitianos y venezolanos en su mayoría, quienes caminan en grupos de cinco, 10 y hasta 20 personas y que desde la semana pasada iniciaron el pesado ascenso de los 257 kilómetros que separan la capital de la ciudad de Juchitán.
Esto dado que desde finales de octubre cerró el Centro de Movilidad Migratoria de San Sebastián Tutla por lo que ahora sólo se les ofrecen corridas desde Juchitán a la Ciudad de México, que son mucho más costosas.
Los migrantes, hombres, mujeres, así como menores de edad, cargan mochilas y contenedores de agua. Incluso, muchas de las extranjeras avanzan cargando a sus bebés en brazos.
Para aminorar la inclemencia del sol oaxaqueño, los migrantes buscan la sombra de árboles, arbustos o techos de pequeñas mezcalerías durante el trayecto, y por la noche duermen al lado de la carretera.
El camino, marcado por lomeríos atestados de plantaciones de maguey, espadín, sobre todo, está cubierto de pequeñas rocas que se desprenden de los cerros y que dificultan el paso de los migrantes que caminan pesadamente con tenis y sandalias que se rompen al paso.
Hay migrantes jóvenes que avanzan con pasos apresurados, pero hay otros que, exhaustos, sentados sobre una roca mediana, a orillas del asfalto, apenas tienen fuerzas para levantar la mano, apretar el puño y alzar el dedo pulgar, pidiendo aventón, rendidos ante la indiferencia de los automovilistas, quienes no los recogen por temor a ser acusado de traficar con personas.
Es la indiferencia de los conductores y de los elementos de la Guardia Nacional, así como de los agentes migratorios, la que obliga a los migrantes a seguir su trayecto sin recibir en el mismo ayuda de ningún tipo, ni de la sociedad civil ni del gobierno de Oaxaca.
Los elementos de seguridad se aglutinan principalmente en el llamado “módulo de rescate” del Instituto Nacional de Migración (INM), que está instalado al lado de la carretera Panamericana, después del municipio de Santa María Jalapa del Marqués, donde revisan los autobuses que van a Oaxaca.
Atrás de ellos, a cientos de kilómetros, desde San Pedro Tapanatepec, en la zona oriente del Istmo, vienen caminando más migrantes de diversas nacionalidades, pero centroamericanos y del Caribe en su mayoría. Conforme avanzan, aumentan los accidentes por atropellamiento.
Además de esta ruta principal, otros grupos de migrantes toman la decisión de subir a la Sierra Norte y descender, siempre a pie, cruzando el Distrito Mixe y siguiendo la carretera que une a San Pedro y San Pablo Ayutla con la capital.
El director del hospital civil de Juchitán, Ovidio Pineda Castillo, señala que actualmente seis migrantes están internados en esa unidad médica, donde son atendidos por fracturas de tibia y peroné, producto de atropellamientos, o descompensados por los largos recorridos a pie.
“Lamentablemente las incidencias de accidentes van en incremento. Todos los días nos traen migrantes fracturados”, dice el médico.
Los atropellamientos han ocurrido precisamente sobre la Panamericana, e incluso dos de los seis últimos, sucedieron en Juchitán.
Frente a ese escenario de accidentes en la carretera, desde la zona oriente del Istmo a esta ciudad, el coordinador regional de Protección Civil, Jesús González Pérez, ha recomendado a los automovilistas que extremen precauciones.
Por su parte, elementos del Grupo Beta del INM, indicaron que saben de la llegada de una caravana que podría llegar en breve al territorio oaxaqueño, concretamente en el Ejido Los Corazones, de San Pedro Tapanatepec.
Al respecto, el coordinador de Pueblos Sin Frontera (PSF), Irineo Mujica, confirmó que, en Arriaga, último municipio chiapaneco colindante con Oaxaca por la carretera Panamericana, esperan unos 600 migrantes a otros mil 500 que salieron desde Tonalá, Chiapas.
“Vamos a valorar si reanudamos la caminata o si la gente prefiere descansar, pero el objetivo es llegar a la ciudad de Juchitán y ahí, volveremos a tomar nuevas decisiones, si continuamos como caravana, por ejemplo”, indicó a este medio.
En tanto que el presidente municipal de San Pedro Tapanatepec, Humberto Parrazalas, dijo que están listos para recibir y atender a los migrantes que requieran algún tipo de apoyo, desde que ingresen al territorio estatal a partir del ejido Los Corazones.