Crónicas del Poder//José Luis Pérez Cruz
◼︎ ProIstmo y Mota Engil, lo que ven
◼︎ “Ser parte del cambio de una cadena de suministros mundial”: Armando González
◼︎ Necesaria más infraestructura y seguridad en el sur de Veracruz
◼︎ AL OÍDO: Los muertos inundan el estado
Segunda y última parte
ProIstmo y Mota Engil, son los primeros consorcios que ya están dentro del
Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) y que han empezando a
abrir la información del potencial que representan los Polos de Desarrollo Bienestar
(Podebis) en los estados de Veracruz y Veracruz.
Dentro de la reunión “Creando Oportunidades” que organizó la AIEVAC Región Sur la
semana pasada, mostraron “sus armas” con ponencias presentadas por parte de
Armando González, funcionario del Podebis Texistepec, y de Adolfo Roger Villalba, de
Mota Engil, ganadores de las licitaciones para el establecimiento de tres de los cinco
polos de desarrollo del Corredor Interoceánico que se ofertaron en un primer
paquete: Coatzacoalcos I, Coatzacoalcos II y Salina Cruz.
Exposiciones que mostraron porqué inversionistas de este tamaño se interesaron en el
Corredor Interoceánico y la perspectiva de negocios que se avecina para el
sureste de México.
Al menos en el papel y poco a poco en la realidad se observa la dimensión del
proyecto.
LA APUESTA A CORREDORES INDUSTRIALES
Para Armando de ProIstmo, en su inversión es importante tener como referencia la
historia de los corredores interoceánicos, mencionando al Canal de Panamá y el
Corredor Interoceánico como plataformas gestadas desde 1910.
Aseguró que ellos han apostado a otros corredores industriales, mencionando la
concentración en el norte del país y el centro, principalmente por rutas cercanas a
Estados Unidos.
Adolfo González de ProIstmo ha resaltado varios aspectos cruciales del Corredor
Interoceánico.
En primer lugar, González enfatizó la problemática del Canal de Panamá, cuyos
tiempos de tránsito y costos han aumentado, afectando la eficiencia de los barcos.
En contraste, el Corredor Interoceánico, a pesar de la situación actual, ofrece una
opción más corta y viable para México, lo que podría aliviar esta problemática.
En segundo lugar, González destacó la importancia de diversificar las vías de
transporte. Subrayó la necesidad de reducir la dependencia del transporte por carretera
y aprovechar más las vías marítimas y ferroviarias. Esta diversificación, junto con la
entrada y salida que ofrece el corredor, podría formar un corredor logístico-industrial
eficiente.
EL CAMBIO DE LAS CADENAS DE SUMINISTRO
En tercer lugar, González señaló el potencial del corredor para transformar la zona
sureste de Estados Unidos. Al reducir significativamente los tiempos de tránsito, el
corredor puede cambiar las cadenas de suministro y atraer inversiones.
Por último, González hizo hincapié en la importancia de invitar a la proveeduría a invertir
en la región. Al hacerlo, se podría aprovechar al máximo el potencial del Corredor y
contribuir al desarrollo económico de la región.
Continuó con su exposición Adolfo Rogel Villalba, representante de Mota Engil México,
que engloba al consorcio de Grupo Carso, ICA, Grupo Indi y al propio Mota Engil.
No es nuevo que la empresa portuguesa ganó las licitaciones para el
establecimiento de tres de los cinco polos de desarrollo del Corredor Interoceánico
ofertados en un primer paquete: Coatzacoalcos I, Coatzacoalcos II y Salina Cruz.
Mota Engil, no es un actor nuevo en la escena de fuertes inversiones, ya que está
especializada en construcción y edificación, destacándose por su participación en
diversos proyectos de infraestructura en México. Entre ellos, un contrato de 12 mil
millones de pesos con la Secretaría de Marina para la rehabilitación de 310 kilómetros
de vías férreas en la línea FA del Tren Interoceánico, que conecta Coatzacoalcos con
Palenque.
Además, la compañía está involucrada en la construcción de segmentos del Tren Maya,
como el tramo 1 y una parte del 5, y también contribuye al desarrollo de líneas de
metro en Guadalajara y Monterrey.
Para Adolfo Rogel, no es insignificante la inversión proyectada en los tres Podebis que
estarán bajo su control.
Representa una millonaria derrama de inversión crítica y social, además de la
posibilidad de generar más de 41 mil empleos directos e indirectos durante las etapas
que van desde 0 a 9 años y de los 10 a los 16 años de maduración del proyecto.
Desde el interior del CIIT, se vende como una ventaja que una sola empresa tenga el
control de los puertos de entrada y salida, según sea el caso, del traslado de las
mercancías o servicios que se requerirán.
Es claro que ICA y Carso, que están dentro de Mota Engil, no apostarían por un
proyecto sin viabilidad financiera o de negocios.
Esta es una razón que brinda certeza de que el Corredor Interoceánico representa una
oportunidad única para transformar la logística y economía de la región, y es crucial
aprovecharla al máximo.
¿Qué hace falta? Sin duda, más infraestructura y seguridad, pero sobre todo,
información para que quienes pueden interactuar se convenzan.
Como mencionó Armando de ProIstmo, si el movimiento de contenedores comenzara
hoy en este Corredor Interoceánico, estaría saturado, de ahí la importancia de
agilizar el crecimiento de la infraestructura.
Solo habrá certeza de que se está convirtiendo en una realidad cuando se muevan los
primeros contenedores en el tren y comiencen a salir los barcos cargados con ellos.
Se espera que en tres décadas, el Corredor aporte el 7% del PIB para el país y, para
el 2044, haya creado 500 mil empleos.
Pero antes de eso, será necesario creérselo: “El desarrollo del sureste es ya y
empieza en Coatzacoalcos”, como alguien comentó en su exposición.
AL OÍDO
Más de un veracruzano quisiera que Cuitláhuac García permaneciera en silencio por
lo que resta de su gobierno.
Cada vez que habla sobre “sus avances en la seguridad” o “la paz que se vive” con
su gobierno, el hampa le cierra la boca.
Los muertos inundan el estado y no hay quien ponga orden.
joluperezcruz@hotmail.com