- Nos merecemos un debate a fondo y de altura, puntual y específico, basta de dar el voto en función de lo superfluo, lo coloquial o al más educado o el que mejor mienta madres
Por: Francisco Licona// “FIGURAS Y FIGURONES”
Tal y como estaba planeado, Xóchitl Gálvez, candidata a la presidencia por la coalición de partidos PRI, PAN, PRD, inició este viernes en punto de las cero horas y lo hizo desde Fresnillo, Zacatecas, el lugar más emblemático de la inseguridad que se padece en este país.
Su oferta inicial de campaña fue la de solucionar la inseguridad y recuperar la paz en el país, porque dijo: “sí es posible un México sin miedo y lo vamos a lograr”.
Y si ese es el tema, pues con temor, incertidumbre, miedo y zozobra, se vive maniatado para cumplir sueños personales y como sociedad.
Así, lejos de destacar la forma y el número de personas que acompañaron a Xóchitl (que no fue cosa menor), estuvieron con ella hasta clarear el día, madres buscadoras, jóvenes, médicos, ganaderos, mineros y cientos de ciudadanos que portaron velas y antorchas.
Lo importante en tiempo de ofertas es analizar las propuestas de Xóchitl para cumplir su principal promesa que es la de ponerle “cabeza, corazón y coraje”.
Y la carnita, o sea la promesa de campaña, fue:
1.- Consolidar el mando de la Guardia Nacional mediante el aumento de 150 mil elementos a 300 mil, con la intención de que se refuerce su presencia en todo el país;
2.- El Ejército ya no hará más obras públicas, fortalecerán la participación de los gobiernos estatales en materia de seguridad y regresarán los fondos de seguridad para los municipios;
3.- Reforzar la lucha contra los cárteles de la droga, los extorsionadores y crear una prisión de muy alta seguridad, con tecnología de punta, donde los criminales la piensen dos veces para no llegar ahí;
4.- Se vigilará con más precisión las aduanas del país para que no entren armas ilegales y precursores químicos;
5.- Terminar con la política pública errónea de “abrazos y no balazos” del actual gobierno federal.
Así que las propuestas de Xóchitl ahí están y aquí no se va a discutir su eficiencia, esa será la tarea de los otros dos candidatos presidenciales que tendrán que decirle a los mexicanos si esas propuestas son o no viables y qué harán ellos en consecuencia.
Es decir, los mexicanos nos merecemos un debate a fondo y de altura, puntual y específico, basta de dar el voto en función de lo superfluo, lo coloquial o al más educado o el que mejor mienta madres, o más allá a quien nos pinte un país del futuro sin que entienda el presente ni propuestas concretas y claras que se puedan debatir durante el proceso de campaña.
Basta ya de extender cheques en blanco. ¡Ya no!
Ahora, a quien le corresponde analizar en primer término las propuestas de Xóchitl, por salir primero, o las de Claudia Sheinbaum y de Jorge Álvarez Máynez, es a los mexicanos que nos toca escuchar y valorar las propuestas y decidir quién de los tres podrá poner paz, desarrollo económico y justicia social.
Estaremos, eso sí, atentos a las respuestas y sobre todo a las propuestas de los otros candidatos, porque insisto, Xóchitl tiene razón: el tema es la inseguridad y cómo revertirla.
Así que si los candidatos no le entran al debate, aquí sí le vamos a entrar en serio. No importará cuántos acarreados llevó Xóchitl, Claudia o Jorge, eso lo dejamos para quienes se emocionan con ese tipo de lodo, aquí vamos, y le invito a mis lectores a participar en el debate.
Va mi voz en prenda.
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