(José Ortiz / En Corto)
A la clase política veracruzana y a los ciudadanos que gustan estar enterados, les extrañó
que este jueves Julio Hernández López, en su muy leída columna “Astillero”, de La Jornada,
afirmase lo siguiente:
“La suerte electoral guinda parece dispareja, y complicada, en Veracruz (donde Rocío Nahle
no logra zafarse del golpe patrimonial)…”.
Llamó la atención tal aseveración porque:
- La Jornada es un periódico identificado con la 4T.
- Porque Julio Hernández es uno de los columnistas mejor informados y no hubiese hecho
tal afirmación si no tuviese conocimiento de causa del tema que ahora le ocupó. - Porque la afirmación que hizo Julio Hernández es una aserción de mucho peso y con una
alta dosis de veracidad.
¿Qué más sabrá Julio Hernández pero que con una sola pincelada dejó al descubierto lo que
muchos y muchas sabemos acá en Veracruz y que es compartido en el mismo sentido de
opinión por otros periodistas y medios del Altiplano?
Porque una cosa es lo que dice la señora Nahle y sus corifeos (de que supera en 20 o 30
puntos a Pepe Yunes), y otra muy distinta la realidad que se percibe en las calles, las
oficinas, las colonias, las comunidades rurales, etcétera. A la ex secretaria de Energía le
está pesando mucho no sólo el hecho de no haber nacido en Veracruz, sino -lo peor- no
conocer la geografía veracruzana ni tampoco los problemas reales que afectan a los
veracruzanos. Pero acaso lo más catastrófico para la abanderada morenista es precisamente
lo que señala Julio Hernández: que Nahle no logra zafarse del golpe patrimonial. Y, como
diría don Teofilito, ni lo logrará.