Gobernadora

para que lo que sea justo sea poderoso,

y lo que sea poderoso sea justo.

(Blaise Pascal)


Carpe Diem// Manolo Victorio

Norma Rocío Nahle García no se anda por las ramas, la practicidad está por encima de sus decisiones políticas y personales.
No es mujer que navegue en la indecisión, improvisación o se deje tentar por las suaves formas de la procrastinación.
Tampoco se deja doblar por las presiones de los grupúsculos del Movimiento de Regeneración Nacional que intentan encajonarla en un callejón sin salida en el palomeo de los hombres y mujeres que la acompañarán en los próximos seis años en el ejercicio de la gobernanza.
Quien es nuevo en el poder siempre es duro, resume Esquilo, máximo representante de la tragedia griega.
El nombramiento de Ricardo Ahued Bardahuil como titular de la Secretaría de Gobierno, es una decisión que descansa en la lógica más elemental que apunta a un hombre educado, conciliador, inclinado al dialogo como la vía para resolver los problemas, sin apetito exacerbado por los reflectores, pieza coyuntural entre la clase empresarial y la clase política.
En resumen, un conciliador.
Y como en política nada es fortuito, llaman la atención el cierre de vialidades como la avenida 20 de noviembre con el argumento valido de la falta de agua potable; pero también en la protesta alargada como instrumento de presión política para descarrilar al enemigo.
Se necesitan más argumentos que postear videos canturreando una canción chunchaquera de Nelson Kanzela, la política interior va más allá de alardear voz en cuello la militancia en un equipo de futbol o palear mezcla en la pavimentación de una banqueta en un pueblo sureño.
Para ser hay que parecer. El nombramiento del alcalde xalapeño trae el consenso de los sectores sociales, políticos y empresariales, sobre todo, después de que la oficina de la secretaria de Gobierno fuera convertida en el crisol donde se martajaron las traiciones más viles en la historia reciente y se tejieron historias perversas que haberes por comprobar en la administración de Cuitláhuac García Jiménez.
Ahued representa una cara decente, digna, respetada y respetable en la segunda oficina más importante de la estructura que encabezará a partir del 1 de diciembre la primera gobernadora en la historia de Veracruz de Ignacio de la Llave.
La decisión está tomada. Los enanos del tapanco tendrán que apaciguar sus ansías de novillero para grillas más baratas.
La primera prueba de un carácter que no admite mangoneos ni marrullerías, se dio este martes con la exhibición en la vitrina de las redes sociales del alcalde xalapeño.
Respecto al perdón y al olvido en el ejercicio del poder, Norma Rocío Nahle García extiende la mano tersa a los opositores, gesto que acompaña con la advertencia que la guerra de lodo no quedará impune, ni se perderá en la efervescencia del triunfo y la fiesta de los nombramientos.
En el capitulo de las cuentas por cobrar entra el nombre de Arturo Castagné Couturier, oficioso personaje que fungió como tigre de papel en la campaña más desaseada, perversa y mezquina de las nueve que se jugaron en la elección concurrente del domingo 2 de junio.
El sedicente empresario citrícola podría ir la ‘universidá’ como motejan con triste ironía los narcos colombianos cuando la ley los alcanza y son extraditados con destino a una muerte segura en una cárcel de los Estados Unidos; al hombre que saltó a la fama publica en los 60 días de campaña se le acusa, aparentemente, por alterar documentación con la que aventó lodo a la campaña de Norma Rocío Nahle García.
En 60 días la suerte le cambió al títere, autómata de intereses oscuros y perversos cuyos encomenderos quedaron en ridículo ante el mandato de las urnas. Ya nadie los quiere, por el contrario, caminan con la cruz escarlata del oprobio social porque no saben hacer otra cosa que guerrear en la inmundicia, disfrazados de corderos, pero con el alma corroída.
La denuncia interpuesta ante la Fiscalía General de la República contra Castagné reportará 100 millones de pesos que se usarán -según dichos de la gobernadora electa-en obras sociales destinadas a la sierra de Huayacocotla.
Ni perdón, ni olvido. La denuncia camina, sostiene la gobernadora electa más votada en la historia; la primera gobernadora en la historia de Veracruz, habría que citar con doble mérito.
El affaire Castagné que solo fue un culebrón engañabobos, sirvió para acicatear el voto mayoritario de los veracruzanos, que solo permitieron, en voto cruzado, las pírricas victorias en el distrito 15 local y 12 federal, motivadas por la presencia y actuación diplomática de Juan Manuel de Unanue Abascal, alcalde de Boca del Río, quien se llega los blasones en la discreción de estas dos victorias opositoras.
En esta campaña el único perdedor es el ex candidato Pepe Yunes. Quienes lo abanderaron solo querían el formato para la inscripción en la holgada bancada de la representación proporcional, una curul plurinominal que extienda sobre sus testas el manto de la impunidad por tres y seis años más. Solo eso.
Pepe Yunes solo fue instrumento para lograr un fin.
Que vuelva Pepe a sus orígenes en la caballerosidad de la política, que rescate del naufragio el valor de su oriundez dónde descansa su calidad humana, el oficio político como actividad para construir puentes.
Que ya no permita el descenso al Hades de la mentira, el denuesto, la descalificación y la grosería.
Que de un manotazo en la mesa y se retire con dignidad de una contienda donde la diferencia es inatacable, indubitable, con la enseñanza y la sapiencia de saber que son otros tiempos dónde el elector ha reafirmado su hartazgo por los mismos apellidos caciquiles, tomatodo, que han destruido el destino de este gran estado.
Por lo pronto, la gobernadora ha iniciado enviando que el poder no se comparte, se ejerce.
Buen saque inicial el nombramiento de Ricardo Ahued.
Columna carpediem@gmail.com

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