Con información de Osvaldo Antonio Sotelo
Familiares de la joven enfermera Noriko Dallana Quezada Ruiz, confirmaron que lamentablemente falleció, luego de varias horas de luchar por su vida, y el esfuerzo de todo el personal médico de la clínica número 36 del IMSS de Coatzacoalcos para salvarla.
“Me acaban de arrebatar a mi hija, un dolor que a nadie se le desea, cuantas más vamos a esperar, pense que no me iba a pasar a mí”, dijo entre lágrimas la madre de esta chica que acababa de culminar sus estudios en la Universidad de Sotavento.
La madre Noriko pidió justicia, y que este asesinato no quede impune, como muchos otros que han ocurrido en Coatzacoalcos.
A las afueras del hospital donde fue herida de bala ayer por la mañana su hija, agradeció a todas que se acercaron a donar sangre para Noriko, y ayudarla durante su cirugía.
Además lamentó la tardía respuesta de las autoridades, porque a pesar de que proveyeron toda la información para que detuvieran al presunto responsable de la agresión, lo dejarán que escapara, y hoy sigue prófugo de la justicia.
Aseguró que su hija sufrió acoso por mucho tiempo, e incluso le habían intervenido su número telefónico.
“Mi niña tenía una vida por delante, mi niña que la querían mucho aquí en el IMSS, muchos doctores, enfermeras, me dieron mucho apoyo”, expresó la afligida madre.
Cómo sospechosos de este crimen estarían involucrados Sebastián “N” y Gregorio “N”, quienes también trabajaron en este misma clínica.