Faltaban tres vueltas para terminar el Gran Premio de Hungría, Lando Norris lideraba con comodidad, seis segundos de ventaja sobre su compañero en McLaren, Oscar Piastri, cuando en la recta del Hugaroring dejó pasar dejó pasar al australiano y le cedió la victoria.
¿Por qué este anticlimático momento y algo que siempre se critica en la F1? Primero, porque fue una orden del equipo y Norris debía obedecer porque era lo m’as justo, pero lo hizo hasta el último momento, de hecho, tardó 22 vueltas en hacerlo.
La explicación de esta orden tiene que ver con la justicia y con el manejo que McLaren hizo de la carrera, solamente que Norris se resistía a devolver la posición que el equipo le otorgó para protegerlo y que mantuviera el 1-2 para Woking.
Todo se remonta a la vuelta 44 de la carrera pactada a 75 vueltas, cuando con llantas duras frescas, Lewis Hamilton era dos segundos más rápido que los McLaren que tenía el mismo tipo de neumáticos, pero con 26 vueltas de antigüedad.
Aunque Hamilton iba en quinto lugar, mientras que Piastri era primero y Norris, segundo, se encontraba a 25 segundos de distancia de Lando, lo que significaba que si le daban prioridad para entrar a pits a Oscar, como debía ser por ser el líder del GP, probablemente Lando sufriría un undercut por parte de Lewis.
Una parada en fosos demoraba entre 22 y 25 segundos, Lando Norris estaba en el límite, así que le dieron prioridad, pero con la idea de que la ventaja que ganaría sobre Piastri, quien se mantendría en pista con llantas 2.5 segundos más lentas, se la devolviera una vez que apagara el peligro.
El plan salió a la perfección, Lando Norris entró en la vuelta 45 y salió como medias nuevas y, como era de esperarse salió delante de Hamilton y detrás de Piastri, Max Verstappen y Charles Leclerc, quienes todavía debían parar en pits.
En la siguiente vuelta, Oscar Piastri llevó el 81 a los fosos por medias y salió en segundo lugar, a casi dos segundos de su coequipero, quien había aprovechado la parada temprana.
Pero la idea era que Lando sacara distancia a Hamilton y luego devolviera la cortesía Piastri, mas fue ahí donde el duende la avaricia y el egoísmo, ese Gollum que todos llevamos dentro se apoderó de Norris. ¿Y si me quedó con el triunfo?
Los mensajes en radio trataban de tranquilizar a Oscar Piastri, porque eventualmente su coequipero debía hacer lo correcto, pero por otro lado los mensajes desde la dirección del equipo trataban de convencer a Lando Norris de que regresara el lugar.
No fue sencillo, el equipo tuvo que poner un serio recordatorio a Lando Norris, en la vuelta 66: Si quieres ganar el campeonato vas a necesitar a Oscar y al equipo completo, así que haz lo correcto.
Era la voz del ingeniero William Joseph, pero en realidad era Andrea Stella, el team principal, quien hablaba por McLaren.
Finalmente, al inicio de la vuelta 68, en la recta, Norris disminuyó la velocidad y dejó pasar al australiano, a regañadientes, pero lo hizo.
El problema es que la resistencia de Norris por cumplir la orden hizo más embarazoso el momento. Tal vez hubiera sido más deportivo buscar una doble parada, sí, pero estaban demasiado cerca un piloto del otro cuando Hamilton los acechaba.
Con menos de segundo y medio de diferencia entre Piastri y Norris era muy arriesgado hacer un ‘doble stack’, el equipo quería el 1-2 y esa era la manera de asegurarlo.
Un piloto debe ser egoísta, los ganadores, generalmente lo son, así, Lando Norris quiso mostrar que él podía ser más rápido, que tal vez en la pista, sin estrategias de equipo podría haber vencido a Oscar Piastri, por eso le sacaba 6 segundos antes de hacer en enroque, pero también es cierto que Piastri no empujaba más porque entendía que no debía arriesgar.
Al final, Norris obedeció, soltó o casi le tuvieron que arrebatar el dulce de la boca, pero se lo puso Oscar y así Piastri ganó el primer Gran Premio de F1 de su vida, se mantuvo, a la fuerza la armonía en el equipo y reinó la justicia… por ahora.
espn.com.mx