Especialistas del INAH lo encontraron en la Zona Arqueológica de Cobá, en Quintana Roo
Kevin Aragón / El Sol de México
Especialistas delInstituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron un tablero de piedra con un texto jeroglífico maya de poco más de 11 metros cuadrados, en la Zona Arqueológica de Cobá, Ciudad de agua picada, ubicada en Quintana Roo.
Diego Prieto, director del INAH, explicó durante la conferencia matutina del presidente López Obrador, que el tablero, esculpido enteramente en piedra, se trata de un panel compuesto por 123 cartuchos jeroglíficos en forma de “L”. Este fue hallado sobre la superficie rocosa de una aguada cercana a la estructura piramidal de mayor altura de la Zona Arqueológica de Cobá, también conocida como Nohoch Mul.
Los jeroglíficos mayas son del pueblo Keh Witz Nal de 569
El antropólogo del INAH destacó que ya se realizó un estudio epigráfico que indica que el significado de las inscripciones es relativo a la fecha de fundación del pueblo llamado Keh Witz Nal o “Montaña del Venado”, correspondiente al 12 de mayo del año 569 de nuestra era.
Con los estudios, reconocieron el nombre de un soberano, K’awiil Ch’ak Chéen, identificado por primera vez, logrando así llenar un vacío en la secuencia dinástica de Cobá, destacó el antropólogo.
Esto, agregó Prieto, permite corroborar que muchos de los gobernantes de esta ciudad-Estado —de los cuales se tienen identificados 14; tres de ellos mujeres, de las cuales una lideró por cuatro décadas— adoptaron el nombre del dios K’awil, lo que les confería sus atributos como deidades protectoras del lugar.
En los jeroglíficos mayas que encontraron, según el funcionario, entrelazan eventos del tiempo histórico con el pasado mítico, “pues alude a un conjunto de dioses tutelares que fundaron Cobá, como Bolón Tz’akab Ajaw, ‘Señor de las innumerables generaciones’, encargado de las fundaciones de las dinastías del maíz y del cacao”.
El proyecto arqueológico de Cobá inició un proceso de limpieza
El hallazgo se realizó en el marco de los avances del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promesa) en sitios de la costa oriental de ese estado, cercanos a la ruta del Tramo 5 del Tren Maya.
El proyecto arqueológico de Cobá ha extendido sus alcances para proteger este tablero de los factores ambientales, los cuales le han provocado deterioros, por lo que se implementó un minucioso proceso de limpieza para retirarle la tierra, sales y maleza que lo cubrían.
Posteriormente, dio inició su restauración con la inyección de rellenos de morteros de cal, para dar resistencia interna a la roca, la cual tiene múltiples oquedades exteriores, donde el agua se estanca en las estaciones de mayor precipitación pluvial. A su vez, se hizo un registro de alta precisión del texto glífico, para crear modelos tridimensionales que permitirán estudios epigráficos más profundos, a fin de lograr su desciframiento completo.