MÁS DEL 50% DE LAS MUJERES TIENEN UN EMPLEO INFORMAL: ESTUDIO DE RANKMI

De acuerdo con el estudio publicado por Rankmi, las mujeres tienen un menor porcentaje de satisfacción y permanencia en los trabajos en comparación a los hombres.
La tasa de participación económica femenina fue de 46.3% en el segundo trimestre de 2024, la tercera más alta en la última década.
El 54.9% de las mujeres mexicanas en el mercado laboral se encuentran en trabajos informales.
Ciudad de México, 27 de noviembre de 2024 – Rankmi, plataforma líder en gestión de personas y experiencia del colaborador, lanzó los resultados de su “1° Benchmark de Satisfacción y Experiencia del Colaborador: Segmentación por Género”, el primer estudio en su tipo que analiza cómo las percepciones del entorno laboral varían entre mujeres y hombres en América Latina. Basado en más de 360,000 respuestas de empleados de 200 empresas en la región, el estudio revela profundas disparidades que destacan la necesidad urgente de implementar estrategias enfocadas en cerrar las brechas de género en el lugar de trabajo.

El análisis subraya que las experiencias laborales de hombres y mujeres en Latinoamérica son distintas y están marcadas por factores de género que influyen en la satisfacción, la intención de permanencia y el compromiso. En promedio, las mujeres reportan un 2.18% menos de satisfacción y un 2.39% menor intención de permanencia en sus empleos en comparación con sus colegas hombres. Estos datos reflejan que factores como la conciliación de la vida personal y laboral, las oportunidades de crecimiento y la equidad salarial son áreas clave de disparidad que afectan el desarrollo profesional femenino en la región.

“Los datos muestran que las experiencias de mujeres y hombres en el trabajo no son homogéneas, y que, para muchas mujeres, aún existen barreras que impactan su satisfacción y proyección en la empresa. A través de este estudio, es evidente que la brecha de género en el ámbito laboral es una realidad que debemos abordar de manera proactiva para lograr entornos más inclusivos y equitativos”. afirmó Felipe Cuadra, Chief Human Resources (CHRO) de Rankmi.

En México, la tasa de participación económica femenina fue del 46.3% durante el segundo trimestre de 2024 de acuerdo con cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la tercera más alta en la última década. Sin embargo, el 54.9% de las mujeres mexicanas en el mercado laboral se encuentran en empleos informales, lo que limita su acceso a beneficios, seguridad social y otras protecciones que facilitan el desarrollo profesional. Estas barreras también se reflejan en los resultados del benchmark, que apuntan a que muchas mujeres encuentran dificultades adicionales para avanzar en sus carreras y equilibrar sus responsabilidades personales y profesionales.

A diferencia de los mercados en Estados Unidos y Europa, donde las mujeres tienden a reportar mayores niveles de satisfacción y engagement, en Latinoamérica los desafíos estructurales en los lugares de trabajo incrementan las brechas de género. A medida que las mujeres asumen roles de mayor impacto comunitario, su compromiso y satisfacción crecen; sin embargo, estas percepciones se ven afectadas cuando las colaboradoras perciben barreras en su desarrollo y una carga desigual en cuanto a responsabilidades familiares.

Según el estudio, las mujeres son menos propensas a recomendar su lugar de trabajo cuando perciben inequidad de género o situaciones de discriminación. Esta dinámica afecta la retención del talento femenino y, a la vez, debilita la cultura organizacional y la reputación de las empresas. Al respecto, Felipe Cuadra, Chief Human Resources (CHRO) de Rankmi, afirmó: “Crear un entorno inclusivo donde todos los colaboradores se sientan valorados y comprometidos requiere reconocer estas diferencias y trabajar de manera activa para mitigarlas. Las empresas que no priorizan la equidad de género corren el riesgo de perder talento valioso y comprometer su capacidad de innovación y crecimiento”.

Para hacer frente a estos desafíos, Rankmi propone una serie de recomendaciones para que las empresas puedan mejorar la equidad de género en sus entornos laborales:

Análisis detallados internos: Identificar y abordar las áreas de disparidad de género en las métricas de satisfacción y compromiso, lo cual permite a las organizaciones ajustar políticas y prácticas que promuevan la equidad.
Programas de bienestar y engagement: Implementar iniciativas que fomenten el bienestar de las colaboradoras, quienes suelen reportar mayores niveles de fatiga y menor satisfacción en el trabajo.
Políticas de retención y crecimiento: Revisar y ajustar las políticas de desarrollo y retención para asegurar que se ofrezcan oportunidades equitativas de avance profesional, así como opciones de flexibilidad laboral.
Redes de apoyo y mentoría: Crear programas de mentoría que proporcionen a las colaboradoras respaldo en su desarrollo profesional, promoviendo un sentido de pertenencia y crecimiento.
Monitoreo y ajuste continuo: Implementar y revisar constantemente estos cambios para garantizar un progreso sostenible hacia la equidad.
Compromiso con la equidad de género: Comunicar de manera abierta y continua los pasos que se están tomando para mejorar la experiencia laboral de las trabajadoras, reforzando así el compromiso con la justicia social y el desarrollo organizacional.

El análisis de estas brechas es fundamental para avanzar hacia un ambiente laboral equitativo y sostenible. Cuando se crean entornos inclusivos, donde cada colaborador es valorado y tiene oportunidades equitativas de crecimiento, se genera un ambiente que no solo retiene talento, sino que también impulsa la innovación y el compromiso organizacional.

Promover la equidad de género en el trabajo es esencial para construir un mercado laboral sólido, inclusivo y resiliente en México y Latinoamérica. Estos cambios no solo benefician a las mujeres al reducir barreras en su desarrollo profesional, sino que también potencian a las empresas al fortalecer sus equipos, mejorar su reputación y promover un impacto positivo en la sociedad.

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