EN EL DÍA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA ES INEVITABLE MIRAR HACIA ADENTRO

Ramón Alberto Reyes Viveros

Zoociedad Anónima

México vive una paradoja: conmemoramos la libertad mientras desde el poder se redactan reformas que, en los hechos, pretenden acallarla. La iniciativa para modificar la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, impulsada desde el Ejecutivo, es un claro ejemplo de cómo se pueden usar las instituciones para debilitar a la democracia bajo el discurso de fortalecerla.

António Guterres, secretario general de la ONU, lo advirtió hoy con claridad: sin libertad de prensa, no hay justicia ni rendición de cuentas. Y es justamente esa rendición de cuentas la que parece incomodar a quienes proponen esta reforma que permitiría bloquear plataformas digitales, disolver órganos autónomos y otorgar al gobierno la capacidad de determinar qué contenidos se consideran “propaganda extranjera”.

Veo desde el Senado de la República —donde se intentó un fast track que afortunadamente fue contenido— observamos con preocupación cómo esta reforma no busca regular, sino someter. La narrativa oficial insiste en que las libertades están garantizadas, pero los hechos apuntan a otra dirección: a una concentración peligrosa de poder en una sola voz, en un solo canal, en una sola línea editorial.

No estamos ante un simple cambio normativo, estamos ante la posibilidad real de un retroceso histórico en materia de derechos. Enrique Krauze lo resumió con precisión: el objetivo no es regular las redes, es dominarlas. Y eso —para quienes hemos defendido la pluralidad desde trincheras diversas— es inaceptable.

La discusión apenas comienza, y más allá del terreno jurídico, lo que está en juego es el alma democrática de este país. Desde mi posición, reitero mi compromiso con la libertad de expresión, la autonomía de los órganos reguladores y la defensa de los contrapesos.

Porque en esta hora de definiciones, guardar silencio es ser cómplice. Y no lo seremos.

Hoy también es momento de reconocer a quienes, todos los días, eligen ejercer la libertad de prensa con profesionalismo, rigor y valentía.
A los dueños de medios, a las y los columnistas, locutores, reporteros, fotoperiodistas y comunicadores de medios formales y alternativos, que informan con responsabilidad y compromiso, incluso enfrentando represalias criminales, amenazas económicas o la represión directa de gobiernos autoritarios y caciques regionales que aún sueñan con dictar titulares desde el poder.

Gracias por sostener la verdad en alto, aún cuando hacerlo cuesta caro.

Mi reconocimiento y abrazo para todos.

Las opiniones y puntos de vista expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de Palabra de Veracruzano; Respetamos y defendemos el derecho a la libre expresión.

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