Los tiempos cambian, pero la Libertad de Expresión prevalece

La Columna//Fanny Yépez

  • Existen muchos desafíos diarios para los comunicadores
  • Los servidores públicos están para servir al público

Este sábado 7 de junio se conmemoro el Día de la Libertad de Expresión, fecha instaurada en 1951 por los editores de periódicos y el entonces presidente de la República, Miguel Alemán Valdés, con el fin de destacar la trascendencia de una prensa libre e independiente para la democracia mexicana.

Aunque los anales de la historia establecen que el entonces presidente, Miguel Alemán Valdés instituyó el “Día de la Libertad de Prensa”, historiadores narran esto fue por iniciativa del empresario y militar José García Valseca, quien era dueño de una de las cadenas de periódicos más importantes del país.

A partir de entonces, año tras año, el presidente en turno se reunía con los dueños de diarios y revistas del país para conmemorar el día. En 1976, el presidente Luis Echeverría Álvarez aprovechó la conmemoración para entregar el Premio Nacional de Periodismo, en reconocimiento a la labor destacada de los profesionales de los medios de comunicación.

Estos reconocimientos fueron entregados por el gobierno, desde esa fecha y de manera ininterrumpida hasta el 2001, cuando se dejó en manos de un Consejo Ciudadano la responsabilidad de reconocer la labor de los periodistas.

A 74 años de distancia, se ha abierto una brecha abismal, entre los funcionarios de gobiernos en sus distintos niveles y los periodistas, existe un antagonismo natural por parte de algunos políticos y los reporteros. Esto porque los que escriben la nota diaria o análisis, se resisten en ser amanuenses de los personajes en turno.

En esta ocasión los periodistas se reunieron con organizaciones integradas por los propios escribientes, pocas instituciones organizaron encuentros con los representantes de la prensa. Algunos desayunos los emprendieron los voceros solo con los periodistas que están en el ánimo de su jefe y en el de ellos.

Se les olvida que sus cargos tienen un periodo, mismo que al concluir pierden poder, contrario a los periodistas, ellos siguen laborando, reseñando, escribiendo y analizando sin conclusión de fechas o siglas políticas.

En México, la libertad de expresión está consagrada por la Constitución, pero su ejercicio enfrenta desafíos. Si bien la Constitución protege el derecho a expresar ideas, buscar, recibir y difundir información, existen obstáculos que limitan la libertad de expresión en la práctica.

Libertad de expresión en la Constitución:

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos garantiza la libertad de expresión en sus artículos 6 y 7.

Este derecho incluye la libertad de buscar, recibir y difundir información por cualquier medio.

La censura previa está prohibida, pero se permite la responsabilidad posterior por la información difundida.

Desafíos para el ejercicio de la libertad de expresión:

Violencia y amenazas:

El sector periodístico ha enfrentado violencia y amenazas contra periodistas, lo que dificulta el ejercicio de la libertad de expresión.

Autocensura:

El temor a la violencia o represalias lleva a la autocensura, limitando la libertad de expresión.

Restricciones legales:

En algunos casos, las leyes pueden ser utilizadas para restringir la libertad de expresión.

Discriminación y prejuicios:

Las desigualdades sociales y la discriminación también pueden afectar la libertad de expresión, especialmente para ciertos grupos.

Censura:

La censura previa o posterior puede limitar la libertad de expresión, especialmente en el sector periodístico.

En resumen, la libertad de expresión en México está protegida por la Constitución, pero su ejercicio real enfrenta obstáculos como la violencia, el miedo, las restricciones legales y la discriminación.

En la actualidad:

Muchos políticos se marean en un ladrillo y se olvidan de la importancia de los medios de comunicación, de los que hacemos posible que estos funcionen, hasta que leen una crítica a su pésimo desempeño y en vez de corregir el camino, se ponen iracundos y mandan al congelador al comunicador.

La ignorancia, el desconocimiento de la función pública y la soberbia los saca de contexto, al grado que llegan a pensar que pertenecen a una monarquía, porque traen auto oficial con chofer, guardaespaldas, asistentes y llegado el caso… hasta edecanes.

El servidor público está para servir al público, porque su sueldo se obtiene de un presupuesto de dinero oficial, que es resultado de la aportación de nuestros impuestos, pero parece que lo olvidan y hasta el modo de caminar lo van cambiando.

De todos modos, la libertad de expresión nos la damos nosotros mismos, con todos esos riesgos, porque esta es nuestra profesión, esto escogimos como trabajo que se vuelve parte de nuestra personalidad y así seguiremos caminando por la vida. Un fuerte abrazo a todos mis compañeros de este gremio que en muchos casos se han especializado en diversas actividades oficiales y las conocen mejor que los algunos funcionarios.

* Las opiniones y puntos de vista expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de Palabra de Veracruzano; Respetamos y defendemos el derecho a la libre expresión.

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