Por Felipe Mendiola Parra//Más claro …
- ADVIERTEN PROTESTAS POR LA IMPOSICIÓN DE UN DIRECTOR NON GRATO
- ESTE MIERCOLES SERÁ DEFINITIVO PARA ESA INSTITUCIÓN
Parece que a la Universidad Veracruzana le llueve sobre mojado, porque el rector Martín Aguilar Sánchez sigue empecinado en continuar al frente de la máxima casa de estudios, a pesar de todos los elementos en contra, legales y de afecto que se ha encontrado, lo que ha provocado un gran divisionismo y malestar en la comunidad universitaria, pero eso no es todo, ahora se podría presentar otro conflicto en la Facultad de Artes Plásticas.
En esta facultad la terna que decidirá el rumbo administrativo ya está sobre la mesa. Tres nombres la integran: los maestros Jesús Ramón León García, Noé Hernández Aguilar y Carlos Luis Palacios Aburto.
Lo malo es que desde ahora se percibe el tufo de imposición, pues todo indica que la Dirección General del Área Académica de Artes, encabezada por la Mtra. Beatriz Sánchez Zurita, busca colocar a Jesús Ramón a como dé lugar.
¿Más imposiciones?
Resulta que Jesús Ramón no necesita presentación… al menos no entre quienes vivieron su largo y controvertido paso por la Secretaría de esa Facultad (2006-2016). Su salida fue todo, menos institucional: nunca realizó entrega-recepción, simplemente se fue, dejando desorden, vacíos y cuentas sin aclarar.
Su figura está marcada por un historial que incluye denuncias de hostigamiento en contra de la actual Directora, la Dra. Ana Gabriela Ramírez Lizárraga; actitudes machistas reiteradas y un estilo personal que más que académico, parecía de capataz. Eso recuerdan estudiantes y maestros.
¿Ese es el perfil que necesita la Facultad para su administración? ¿Ese es el “rescate” que propone Beatriz Sánchez Zurita? Más bien parece un regreso al autoritarismo disfrazado de experiencia. Si lo impusieran, sería un agravio directo no solo contra la Directora actual, sino contra toda la comunidad que aspira a una Facultad segura, moderna y respetuosa de los derechos de las mujeres.
Importante evaluar esos perfiles, para no incurrir en faltas elementales a lo establecido en la Ley Orgánica de la Universidad. Solo es cuestión de verificar esos señalamientos que son del dominio público y que el reportero recoge de la comunidad universitaria.
Suena muy extraño, sobre todo para el género femenino de esa institución que, la Mtra. Beatriz Sánchez Zurita apoye a quien fue señalado por violencia institucional y de género, dónde queda su congruencia con las políticas universitarias de respeto, equidad y protección a las mujeres. Tal vez sean muy grandes sus intereses en ese aspecto, no, no lo sé. Pero no se puede construir nada sobre la base del miedo o el silencio.
Esto no es un asunto menor, es una encrucijada. Se puede seguir con una política de imposiciones y regresiones heredadas que propicia la Directora General del Área, o se puede apostar por el respeto, la capacidad y la dignidad, valores que se han distinguido dentro de la actual administración de la Facultad.
Dicen los maestros: No estamos pidiendo milagros, solo lo mínimo, para que quien asuma un cargo directivo no tenga antecedentes de violencia, no sea misógino, y no confunda liderazgo con gritos ni poder con abuso, porque de lo contrario, advierten que van a protestar.
Más claro ni el agua.
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