Muestra en el MAM explora la historia del arte del siglo XX desde el sicoanálisis
El propósito de la exhibición es mostrar los tesoros del recinto y rendir tributo a la crítica más allá de la pleitesía, explicó el curador Carlos Molina.
Fuente La Jornada
Ciudad de México. La relación del sicoanálisis con el arte y cómo sus herramientas teóricas son útiles para leerlo es el punto de partida de la exposición De aviesa intención: sicoanálisis e identidades en el arte mexicano, que se inauguró ayer en el Museo de Arte Moderno (MAM), en homenaje a la historiadora y catedrática universitaria Teresa del Conde, colaboradora de La Jornada.
“Esta exposición se nos ocurrió en gran medida porque había que leer una vez más el acervo del MAM, pero también porque somos y seremos siempre ex alumnos de Teresa del Conde. Nos preguntamos cómo mostrar una vez más los tesoros del recinto y a la vez rendirle un homenaje que no fuera sólo pleitesía a quien fue nuestra maestra, sino a una crítica muy importante –si no es que la más importante– del siglo XX.
Se nos ocurrió una exposición que desplegara visualmente, con ejemplos plásticos extraordinarios, un argumento que leímos y escuchamos de Teresa del Conde más de una vez, señaló Carlos Molina, curador en jefe del museo y cocurador de esta muestra al lado de Carlos Segoviano.
El argumento que dio origen a esta exhibición, que reúne 99 obras de arte además de documentos provenientes del archivo personal de la historiadora, es que las herramientas teóricas del sicoanálisis son útiles para leer cuadros y que de ahí una sociedad puede generar un entendimiento más complejo sobre sí misma. Frente a esa posibilidad nos preguntamos qué pasaría si lo intentamos y cuál sería el resultado, qué es lo que dice la historia del arte del siglo XX revisada desde el sicoanálisis. Este es el resultado.
La exposición, que permanecerá hasta el 24 de mayo de 2020, se divide en tres grandes núcleos, nominados a partir de términos del sicoanálisis: Negación, Libidinal y Fantasmata. En cada uno se colocaron las obras de arte formando temas, así es posible ver pinturas que se relacionan con la identidad de los mexicanos, el nacimiento del país, la forma en la que se presentaban conceptos como la patria, pero también aquello que fascina por su capacidad de despertar el temor, la sexualidad (que en los cuadros a veces es explícita y otras abstracta), la forma en la que se pierde la intimidad, el ser observado, la forma en que nos relacionamos con la muerte pero aquí con obras que se alejan de la interpretación caricaturizada: no hay calaveritas, sino esqueletos.
Muchas de las obras que se encuentran en la sala del MAM no se habían visto juntas, porque muchas pertenecen a colecciones particulares. Entre estos ejemplos se encuentra Cactus fruit o Tunas, de Frida Kahlo, un cuadro de Juan Soriano acerca de la muerte de un niño que será colocada en enero pero que acompaña a otra del mismo autor que ya se encuentra expuesta, o una pieza del Dr. Atl sobre la forma en la que trabaja el tema de los volcanes y que, si bien pertenece al acervo nacional, estaba en resguardo del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble.
Otra de las propuestas de la exposición es ir más allá de las primeras lecturas de las obras: cada una dice más cosas de las que se podría pensar a primera vista. Freud habla de esos segundos planos, cómo es que el sicoanálisis y sus herramientas pueden trabajarse con el arte, dijo Carlos Segoviano, durante el recorrido a medios antes de la inauguración.
La última parte de la muestra es la que está dedicada a Teresa del Conde, fallecida en 2017, donde se encuentra un retrato de ella pintado por Roberto Parodi, una selección de su correspondencia con Francisco Toledo, Juan Soriano y Ernst Gombrich, quien fue su influencia para conjugar sicoanálisis y arte, explicó Segoviano.
Asimismo, hay tres fotografías de Del Conde con Manuel Álvarez Bravo, Carlos Monsiváis y Juan Soriano, Jorge Alberto Manrique y Raquel Tibol; también se proyecta un video.
Esta exposición es la última del año, pero era muy necesaria, dijo la directora del MAM, Natalia Pollak durante la ceremonia de inauguración a la que asistieron, entre otros, familiares de la crítica de arte y artistas como Juan Felguérez.
Cuando llegué al MAM, el 2 de febrero, platicábamos con el curador en jefe, Carlos Molina, sobre por qué la doctora Del Conde no había tenido un reconocimiento más importante del museo, pensar en lo que nos había dejado. Desde entonces quisimos hacer ese tributo con una exposición que hablara de lo que trabajó, un reconocimiento que sirviera también para aproximarnos a nuestro acervo, ver las obras y entender la historia del arte a través de una mirada de sicoanálisis muy freudiana.