Por Uzziel Ortega
Xalapa, Ver. – Sara Winter, activista pro vida brasileña, impartirá esta tarde la conferencia “El feminismo y la destrucción de la mujer” en el auditorio del Carmela Rey a las 18:00 horas con entrada libre.
Winter explicó que a través de las propias bibliografías feministas desde 1405, en esta ponencia muestra a las personas que no existe un feminismo radical o bueno, que el feminismo propio es malo a la humanidad y que la búsqueda por derechos igualitarios y el feminismo no tiene nada que ver una cosa por la otra.
“El feminismo en su esencia quiere destruir al hombre, a la familia, a la religiosidad, a la heterosexualidad”, para lo que ocupa libros y su contenido a lo largo de la historia, dando herramientas a la juventud y padres de familia de cómo luchar por derechos de las mujer sin necesariamente estar bajo un paraguas ideológicos y sin necesitar pertenecer a radicalismos ideológicos.
Aseguró que viene a transmitir sus conocimientos para que el pueblo de México se entere de que la mayoría del país no está de acuerdo con eso, y también se acudirá al Congreso del Estado a una reunión para plantaer políticas públicas con perspectiva de familia.
Sara Winter se presenta como ex feminista, activista por la vida y la familia, quien como parte de su séptima gira en México pretende promover una cultura de vida y familia.
Luego de cinco años inmersa en el movimiento feminista, argumentó que este no propone la ayuda a las mujeres en situación vulnerable.
“El movimiento feminista mucho habla y poco se hace, mucho se grita, poco se hace, mi mayor crítica es que el feminismo no ayuda a ninguna mujer en situación de vulnerabilidad, no necesitas gritos, no necesitas el grito de un violador en tu camino, no necesita de escándalo en la calle ni pechos desnudos, necesita de manos de caridad, políticas públicas inteligentes integrales de educación, salud, desarrollo social”
Asimismo, se manifestó en contra de la ideología de género, señalando que es un conjunto de ideas anticientíficas y que no quiere que enseñen eso a los niños por no ser natural.
“El estado no puede ser participe de una enfermedad psiquiátrica, (…) La democracia se supone que sea la voluntad de la mayoría, entonces por qué el gobierno insiste en hacer políticas públicas para una minoría, como pueblo debemos reaccionar”, sentenció.