Pandemia de corrupción

Revelaciones // Margarito Escudero Luis

La pandemia provocada por el coronavirus Sars Cov2 ha sacado a flote muchas de nuestras carencias, defectos como sociedad, lo bueno, lo malo y lo peor de nosotros como individuos y como integrantes de un conglomerado social.

Pareciera un equilibrio, lo bueno y lo malo haciendo su labor; pero habría que cuestionar mucho sobre nuestra forma de organización, las instancias encargadas de procurar el bienestar general, su funcionamiento, sus carencias y el desgaste sufrido a través del tiempo.

La pandemia de Covid 19 nos llevó al extremo, podemos señalar las deficiencias de una entidad creada para cuidar la salud de los ciudadanos y que no supo o no pudo responder en el momento crítico.

Pero es bueno señalar que son años de funcionamiento igual, con algunas etapas de modernización, pero las formas administrativas no cambiaron sustancialmente y se permitió el saqueo de los insumos durante toda su existencia.

Hoy, dadas las circunstancias, la forma de operar hizo crisis, en medio de las necesidades apremiantes, la urgencia de contar con materiales, medicamentos, equipos, tronó el modus operandi de un departamento encargado de surtirlos.

Entonces, se descubre que el equipo que falta en unidades médicas, está embodegado. Rápidamente surgen las denuncias contra el titular de la dependencia de salud como si él fuera el gran culpable de un funcionamiento irregular que data de muchos años.

Ahora nos atrevemos a señalar en sentido contrario a como se está haciendo, señalando a los funcionarios que pretenden o pretendieron transformar el régimen en algo diferente sin saber exactamente en qué consistiría esa transformación.

Se subieron a un barco que está tripulado por los mismos marineros de siempre, actuaron como siempre y cayeron en su propia trampa.

Si durante décadas las bodegas operaron de una forma fraudulenta y no se revisaron esos procedimientos, es obvio que siguieron operando de la misma forma; así los nuevos funcionarios dan pie a que se les señale como igual de corruptos que sus antecesores.

Porque, ante la gravedad de la contingencia sanitaria, no se ven motivos para esconder materiales que se requieren con urgencia en todos los hospitales, clínicas y Centros de Salud, a menos que se trate de una perversa intención de  denostar y desacreditar a los actuales funcionarios, o de revenderlos a la misma instancia.

Quienes así actúan están demostrando su nula empatía con una sociedad en crisis y cuyos intereses van más allá del bienestar de la gente.

Ojalá tomaran acciones para desenmascarar a los responsables de esconder los insumos que  se requieren ante la emergencia.

     

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