Si seguimos causando daño a la Tierra, se va a seguir quejando

Más claro…Felipe Mendiola Parra

Xalapa, Ver.- Volvió a temblar en Colima con una magnitud de 5.6 grados y de acuerdo al reporte del Servicio Sismológico Nacional, se han registrado mil 606 réplicas del sismo magnitud 7.7 con epicentro en Coalcomán, Michoacán, del 19 de septiembre de 2022.

Podemos ver que la Tierra se queja y lo hace alto y claro: cambio climático, incendios, lluvias torrenciales, sequías extremas, huracanes y solo alcanzamos a decir que nos sentimos impotentes para enfrentar y resolver el problema, cuando en realidad es mucho lo que podríamos hacer.

La biodiversidad se está deteriorando en todo el mundo a un ritmo sin precedentes en la historia humana y México no es la excepción, porque sin encontrar una explicación científica por parte de los geólogos y otros investigadores, los sismos de septiembre se han venido repitiendo desde aquel 19 de septiembre de 1985.

La contaminación que de manera irresponsable provocamos con nuestras acciones, es parte de esas causas con que se está afectando la ecología que pareciera no nos importa o lo vemos de manera insignificante.

De acuerdo a diversos estudios se estima que alrededor de un millón de especies animales y vegetales se encuentran actualmente en peligro de extinción y entre esas especies las abejas que se encargan de polinizar las plantas que son de consumo humano y animal.

Las toneladas de plástico que se depositan en los ríos y mares han traído como consecuencia la asfixia de algunas especies acuáticas que se atoran con botellas, redes, condones y otros artículos de plástico que alguien arrojó de manera irresponsable en algún lugar que finalmente llevó a esos cuerpos de agua.

En el año 2020, cuando más impactó la pandemia de Covid- 19, muchos nos quedamos en nuestras casas en todo el mundo y pareciera que eso dejó descansar por unos meses al planeta tierra, al grado que se limpiaron los ríos, los animales salvajes llegaron a las ciudades y muchos campos reverdecieron.

Estamos a tiempo de que las grandes firmas, las grandes empresas que mucho han contribuido en esa contaminación realicen campañas efectivas y no solo de membrete para evitar el daño ecológico que seguimos provocando.

Los gobiernos debieran tener como una de sus áreas una dependencia que se dedique a evitar la contaminación en todas sus formas y llegado el caso, aplicar las sanciones correspondientes a los infractores.

El próximo año en México se van a ir conociendo a los aspirantes a esos cargos de elección popular y una de sus tesis debiera ser este tema que solo ha servido para adornar los discursos, pero después lo han olvidado.

No hay tiempo que perder o de lo contrario seguiremos escuchando y viendo los quejidos de la naturaleza y la madre tierra. Más claro ni el agua.

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