Con la designación de Tonatiuh Márquez Hernández como Director General de Recaudación de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) ha generado controversia y cuestionamientos sobre la lucha contra la corrupción del gobierno federal. En redes sociales se ha difundido información sobre su conducta fiestera durante la contingencia sanitaria y hay investigaciones en su contra por su presunta complicidad en el tráfico ilegal de combustibles provenientes de Estados Unidos y otros países.
Pero Márquez Hernández no es el único nombramiento polémico en ANAM. También se ha cuestionado la llegada de Alejandro Enrique Arcos Romero, conocido como “mafia tudor”, como particular del actual encargado de la agencia, Rafael Marín Mollinedo. Arcos Romero ha sido señalado de abusar de su cargo para permitir negocios ilegales realizados por Márquez Hernández y su subalterno Héctor Antonio Ruiz Ángel, quienes operan desde un Despacho ubicado en la colonia Roma.
Además, la falta de experiencia de Ruiz Ángel en aduanas y el servicio público ha generado dudas sobre su designación, especialmente considerando que su llegada a la agencia cuesta más de 100 mil pesos al mes.
Todo esto pone en riesgo la transparencia y la promoción de los valores del presidente Andrés Manuel López Obrador en ANAM. Es importante que Mollinedo atienda estos temas críticos para el bienestar de su administración y el desarrollo económico del país. La ANAM tiene un papel fundamental en la lucha contra la corrupción y sus decisiones deben estar basadas en la ética y la transparencia
COMBATE A LA CORRUPCIÓN EN ANAM SOLO DE DICHO TRAS NUEVOS NOMBRAMIENTOS
