Víctima de San Juan Evangelista tenía 400 mil pesos para pagar proveedores; pueblo exige regreso de Policía Municipal

  • Denuncian que desde el arribo de la Fuerza Civil, la seguridad se ha deteriorado notoriamente, y los que pagan son personas inocentes que solo quieren trabajar y vivir en paz
  • Víctimas de la masacre, lecheros que contaban con tres rutas de reparto, la paz se rompió en una zona muy tranquila

Agencias

San Juan Evangelista

Los habitantes de El Cautivo, poblado testigo de una masacre contra gente trabajadora, exige justicia y seguridad para sus pueblos, ya que desde hace varios meses no se cuenta con Policía Municipal. El robo de ganado y la inseguridad están a la orden del día.
Antes de la medianoche del viernes, fueron asesinados tres personas en el rancho de los Martínez Bello, una familia dedicada a la compra y venta de leche que enviaban a queserías de la zona, y que a su vez generaban muchas fuentes de empleo en esos pueblitos recónditos.
Las primeras líneas de investigación apuntan a un robo, pues José Manuel Martínez Bello, dueño del rancho, contaba con unos 400 mil pesos en su casa los cuales iba a destinar al pago de los ganaderos que lo surten en la zona para él poder vender la materia prima a las queserías. Labor que hace cada viernes sin falta, y los ladrones contaban con ese dato.
En el sitio quedó evidencia de que los maleantes voltearon la casa, cajones y todos los rincones en busca de objetos de valor. A metros de la casa quedó la camioneta llena de tambos de leche que no pudieron ser entregados, ahí mismo el cuerpo de Uriel N, sobrino de los finados.
Uriel contaba con 25 años, y apenas tenía un día trabajando a su lado, era un empleo temporal pues se había enrolado en las filas del Ejército y estaba esperando ser llamado a la filas castrenses.
Gamaliel Uscanga Jiménez, sub agente municipal de El Cautivo, denunció que la inseguridad en esos rumbos es algo que apenas se está comenzando a ver tras la llegada de la Fuerza Civil a hacerse cargo de la vigilancia y no se da abasto.
Recordó que hasta hace unos meses la seguridad corría a cargo de la Policía Municipal, y el robo de ganado y la violencia estaban desterrados de San Juan Evangelista.
Pero desde que la Fuerza Civil tiene el control de la seguridad, por órdenes del gobierno del Estado, los índices delictivos han ido a la alza, y el robo de ganado es una pesadilla. En junio de 2022, de referencia, se robaron 120 cabezas de ganado fino en el rancho El Robalito, en San Juan, hasta hora sigue impune ese delito.
En marzo pasado, dos personas fueron secuestradas en poblado de Miguel Alemán, en San Juan, y fueron llevadas por la fuerza hasta Mecayapan, donde los maleantes se enfrentaron con la Marina y se supo que el jefe de la banda era el comandante de la Municipal de Chinameca, policía a la que el gobierno no le hizo nada ni la intervino.
Beatriz Martínez Bello, hermana de los difuntos, denunció que la inseguridad en sus pueblos ahora no los deja dormir y que jamás pensó vivir una pesadilla así.
Hizo un llamado al gobierno de Veracruz para que haya justicia para sus seres amados y que se dé mayor seguridad, de ser posible que vuelva a operar la Policía Municipal que se tenía en el pasado la cual generaba más confianza.
Lamentó que nada le va devolver a sus familiares, sólo espera en Dios que haya justicia y que esto no vuelva a repetirse, pues en la zona hay familias buena y trabajadoras que solo quieren vivir en paz sin ser molestados.
El padre de Uriel N, quien pide anonimato, también señaló que pide justicia y mejor seguridad para la zona de San Juan, pues su hijo apenas comenzaba su vida, “él tenía un día trabajando con sus tíos, estoy seguro que él los quiso defender y los reconoció, por eso los mataron. Mi hijo sabía artes marciales y por eso no pudo ser fácil que lo controlaran”, contó.
El cadáver del joven Uriel fue localizado como a dos kilómetros de la casa donde asesinaron a sus tíos, al parecer quiso salir del lugar para pedir ayuda o para perseguir a los asesinos, pero fue abatido.
En el lugar solo se encontraron casquillos calibre .22 , y claros indicios de que cometieron el robo pues el dinero del pago de la leche no fue localizado.
En declaraciones a medios de comunicación, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, minimizó el caso y afirmó que la zona sur actualmente se encuentra en paz, y que no hay focos rojos de violencia.

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