Paren todos los relojes, ya no deseo las estrellas: apáguenlas todas

PAREN TODOS LOS RELOJES

Paren todos los relojes, descuelguen el teléfono,
Eviten que el perro ladre dándole un hueso sabroso,
Silencien los pianos y con un sordo timbal,
saquen el ataúd, permitan a los dolientes venir.

Que los aviones con sus gemidos nos sobrevuelen
garabateando en el cielo el mensaje Él se ha muerto,
Pongan un crespón alrededor de los cuellos blancos de las palomas
Permitan a los policías de tráfico usar guantes negros de algodón.

Él era mi norte, mi sur, mi este y mi oeste, 
mi semana de trabajo y mi descanso dominical,
mi mediodía, mi medianoche, mi palabra, mi canción;
Creí que el amor sería eterno, pero me equivoqué.

Ya no deseo las estrellas: apáguenlas todas;
Empaqueten la luna y desmantelen el sol;
Vacíen el mar y barran los bosques.
Pues nada ahora podrá ser como antes.

W. H. Auden

DATOS DEL AUTOR: Wystan Hugh Auden nació en York en 1907 y murió en Viena en 1963. 

COMENTARIO: Este poema saltó a la fama con la película Cuatro bodas y un funeral y expresa la absoluta desolación que se siente cuando alguien querido muere. La letra tiene suficiente fuerza en español, pero en inglés mantiene un ritmo y unas rimas deliciosas. Auden fue un renovador de poesía inglesa, introduciendo nuevas técnicas y estilos. Tiene gran variedad de registros, todos ellos intensos y que llegan al fondo del alma, como este.

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