Morena, un partido y un gobierno de familias

Salvador García Soto

La designación de Lenia Batres Guadarrama como nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, más allá de los cuestionamientos que genera la designación de una militante del movimiento político de López Obrador y una abogada sin ninguna experiencia en la carrera judicial, viene a confirmar que Morena es hoy, en el gobierno, el nuevo “partido de familias”, en donde el nepotismo y los lazos consanguíneos vuelven a ser un elemento fundamental para ocupar cargos públicos de alto nivel, se tenga o no la experiencia y la capacidad para asumir y cobrar por esos espacios en el gobierno federal y en los poderes Legislativo y Judicial.

Lo que tanto criticó la izquierda morenista —antes perredista y previamente de la izquierda histórica comunista— en partidos como el PAN, al que los izquierdistas se referían despectivamente como “un partido de familias”, hoy desde el poder Andrés Manuel López Obrador promueve, valida y tolera que familias enteras y funcionarios con lazos consanguíneos directos, de primero, segundo y tercer grado, ocupen y acaparen cargos no sólo en su gabinete y en los gobiernos de los estados y municipios de la República donde gobierna Morena, sino que además él mismo los palomea y los designa para que ocupen diputaciones y senadurías en el Poder Legislativo o bien cargos del más alto nivel en el Poder Judicial.

Los apellidos familiares que hoy pueblan a la nueva clase gobernante en el país van desde los Gómez Concheiro, los Alcalde Luján, los Tadei Arriola, hasta los Batres Guadarrama, pasando por muchos otros apellidos menos conocidos pero igual de expandidos en las nóminas públicas, donde familias enteras ocupan cargos en dependencias federales, en gobiernos estatales y municipales y ahora también en los otros Poderes de la Unión.

En el caso de los Batres Guadarrama, ya son al menos tres los hermanos de esa familia que ocupan en este momento posiciones de primer nivel en los espacios públicos. El Jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres Guadarrama, es con mucho la figura más visible de esa familia y el que más trayectoria pública y política acumula desde su paso por la huelga universitaria de 1998 y el Consejo Estudiantil de Huelga, hasta su paso por cargos de dirigencia en el PRD,  por diputaciones locales, federales y senadurías, que lo llevaron finalmente a ser designado Jefe de Gobierno sustituto tras la licencia de Claudia Sheinbaum para postularse a la Presidencia de la República.

También está Valentina Batres, quien es actualmente diputada del Congreso local de la CDMX por Morena, donde está a punto de terminar su segundo periodo como legisladora, pero antes fue diputada federal y asambleísta también en el antiguo poder legislativo de la capital del país. Valentina fue militante del Partido Socialista Unificado de México, antecedente del Partido Comunista Mexicano, y aunque no ha ocupado cargos en el gobierno, lleva desde 2006 ocupando cargos legislativos tanto a nivel local como federal.

Ahora, con la llegada de Lenia Batres Guadarrama como ministra de la Suprema Corte de Justicia, la segunda hija del matrimonio Batres Guadarrama, alcanza una de las posiciones más altas e importantes en la República, y lo hace más por su militancia política y su lealtad y cercanía con López Obrador, que por tener los méritos o la trayectoria necesaria para portar la toga y el birrete del Tribunal Constitucional. Lenia también fue militante del PSUM, luego fue una destacada política en el PRD de la Ciudad de México y desde 2014 se adhirió al movimiento lopezobradorista que un año después fundó Morena.

Cada familia tiene su historia y sus peculiaridades, y la de los Batres Guadarrama, formada por dos maestros normalistas que militaron en el proscrito Partido Comunista de los años 70, Cuauhtémoc Batres y Rosario Guadarrama, nació y creció como una familia con profundas convicciones por la ideología socialista o de izquierda. Desde que nació el primero de sus hijos, Martí, el matrimonio Batres Guadarrama decidió nombrar a cada uno de sus cuatro hijos con nombres que tuvieran relación directa o aludieran a figuras de la lucha comunista en México y el mundo.

El actual Jefe de Gobierno, por ejemplo, lleva su nombre de pila en honor a José Martí, el considerado padre de la independencia cubana y fundador del Partido Revolucionario de Cuba que inició con el movimiento que llevaría a la separación de la isla del imperio español y su proclamación como nación independiente. Mientras tanto Lenia Batres, la segunda hija, fue nombrada así en honor a Vladimir Illich Ulianov, alías Lenin, quien como líder del movimiento bolchevique se convirtió en el principal dirigente de la Revolución de Octubre del 17 que llevó al poder al Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, que después, ya con Lenin como presidente, se transformaría en el Partido Comunista de la Unión Soviética, que daría pie a la primera nación comunista del mundo y que instauraría un imperio autoritario y sanguinario que se extendería por todo el planeta.

En el caso de Valentina Batres, su nombre fue inspirado en luchador social y líder sindicalista mexicano Valentín Campa, quien junto con Demetrio Vallejo declarara la histórica huelga de los ferrocarrileros en 1959, que desafió al régimen priista, y después fundara el Partido Socialista Unificado de México, heredero del antiguo PCM, y llegara a ser candidato presidencial por el PSUM en las elecciones presidenciales de 1976. Y finalmente Viétnika Batres, la menor de los cuatro hermanos y la única que no se dedica al servicio público, sino al periodismo, recibió su nombre como un reconocimiento de sus padres a la guerra de resistencia que libró Vietnam en contra de los Estados Unidos, que en los años 70 se convirtió en una bandera para todos los partidos comunistas y socialistas del mundo.

Así que Morena, que dice ser heredera de las luchas históricas de la izquierda mexicana —aunque muchos cuestionen si realmente el lopezobradorismo es un movimiento de izquierda—, hoy que se encuentra en el poder se vuelve cada vez más un partido de familias y de amigos y cuates, lo mismo que tanto criticaban los movimientos de izquierda en los gobiernos del PRI y del PAN, y lo que, según el presidente López Obrador, eran “lacras de la política” que ya no iban a existir en su gobierno. Y lamentablemente cuando los gobiernos se integran más por familias, amigos e influyentismos, dejan de ser gobiernos éticos, honestos y eficientes, para parecerse cada vez más a las mafias y a las sectas, más que a un movimiento político.

NOTAS INDISCRETAS…

A propósito de la nueva ministra morenista que se integrará a la Suprema Corte, ayer las abogadas y abogados de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, Colegio de Abogados, A.C. (ANADE) le dirigieron una carta pública en la que le mencionan su militancia partidista como algo que no debiera afectar su independencia y autonomía como integrante de la Corte y le piden recordar que su actuación como parte del Poder Judicial, sus fallos y decisiones, deberán ser imparciales y atender al principio del equilibrio y contrapeso de los Poderes de la Unión. La carta de la ANADE a la ministra Lenia Batres Guadarrama dice textual: “Nos dirigimos a usted en un momento definitorio para el Poder Judicial de la Federación y, por extensión, para nuestra democracia. La responsabilidad de formar parte de nuestro Alto Tribunal es inmensa, pero también lo es la oportunidad de servir a la justicia a través de la plena vigencia del Estado de Derecho, pues una justicia sin derecho es caprichosa y arbitraria; no es justicia. Su nombramiento llega en una época de retos significativos para la independencia judicial y para la división de poderes. Entre muchas otras cosas, porque se ha declarado que con su designación como Ministra se busca lealtad a un proyecto partidista. Hay quienes pretenden que usted adopte decisiones judiciales más sobre la base de afinidad a un plan político que sobre la base de mandatos constitucionales. En este contexto, es de la mayor importancia que usted tenga presente en todo momento que nuestra Constitución consagra un andamiaje normativo que le garantiza el poder ejercer su cargo sin subordinación y con honor: A) Su cargo es transexenal, pues habrá de ser ejercido por un periodo de 15 años. Así, usted ocupará el cargo de ministra durante el presente, los próximos dos sexenios y parte del siguiente. B) Tiene garantizada la permanencia en su cargo, del cual solo podrá removérsele por causa grave, misma que debe ser avalada por la mayoría del Senado de la República. C) Las resoluciones definitivas de las cuales su voto forme parte deben avalarse por una mayoría, ya sea en Pleno o en Salas, lo cual implica un respaldo colegiado. D) La remuneración que reciba no podrá ser disminuida dentro de todo el tiempo que permanezca en su cargo.

Las garantías mencionadas anteriormente son el cimiento sobre el cual descansan los principios de imparcialidad e independencia de quienes integran nuestra Suprema Corte. Con ello, usted estará en aptitud de emitir sus determinaciones en consciencia, sin influencias o presiones de ninguna clase, considerando exclusivamente los mandatos constitucionales. Atentamente le pedimos enfrentar los desafíos de su cargo con la convicción de que su labor es esencial para el equilibrio y la integridad de los poderes del Estado. No tenga la menor duda: su capacidad para tomar decisiones independientes, imparciales y justas repercutirá de manera directa en la vida de millones de mexicanas y mexicanos. Le deseamos éxito en esta noble tarea y le expresamos nuestro más profundo interés en que ésta sea desempeñada con dignidad. La historia de México está marcada por mujeres y hombres que se han atrevido a tomar decisiones valientes y apegadas a nuestras leyes y principios. Confiamos en que su gestión se sumará a este legado”, hasta ahí la carta que está firmada por la maestra Nuhad Ponce Kuri, presidenta del Consejo Directivo Nacional de ANADE. ¿Escuchará la nueva ministra las voces que le piden hacer un trabajo libre y autónomo desde la Corte?..Los dados cierran semana y año con una enorme Escalera Doble para todos los amables lectores. Y por este periodo de fiestas decembrinas se guardan en el cajón hasta el próximo 8 de enero, cuando volverán a girar recargados y con fuerza para seguir comentando y documentando los avatares, ocurrencias, inconsistencias, corruptelas e incongruencias de la política y los políticos nacionales. Mientras tanto les dejamos a nuestros amables lectores y también a nuestros críticos, el deseo de una Feliz Navidad y un año 2024 que nos llegue mejorado y con mucha salud y trabajo, que lo demás, como dicen, llega solo. Hasta el próximo año.

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