Detienen Jaime Fisher, académico de la UV, por presunto robo de vehículo.

  • Fue detenido Jaime Fisher Salazar, cuando transitaba por una de las principales avenidas de Xalapa.

La mañana de este lunes trascendió que elementos de la Policía Vial de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado detuvieron al académico de la Universidad Veracruzana (UV), Jaime Fisher Salazar, cuando transitaba por una de las principales avenidas de Xalapa.

El académico de la UV y articulista de algunos medios de comunicación digitales habría sido detenido y puesto a disposición de las autoridades ministeriales debido a que el vehículo de su propiedad que conducía portaba placas de circulación de otro vehículo con presunto reporte de robo.

Amigos cercanos de Fisher Salazar no descartan que la detención del académico haya sido en represalia por sus dos últimos artículos publicados recientemente, en los que critica mordazmente por servil al rector de la UV, Martín Gerardo Aguilar Sánchez, y hace escarnio del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, catedrático de la Facultad de Ingeniería con licencia, por el reconocimiento que le fue entregado el Día del Inventor por la máxima autoridad de la casa de estudios superiores de la entidad junto con otros académicos autores del proyecto galardonado y que desconocieron las contribución del gobernante como ingeniero.

Esta fue la primera carta que Fisher publicó el domingo 25 de febrero:

Carta al rector de la U. V.

Martín: 

Normalmente estas cosas las escribo en fin de semana. Pero hoy has hecho que el fin de semana me caiga a media semana. No te quiero interrumpir, pues sé que estás muy atareado en tus cosas, pero te contaré una historia que, a su vez, me fue contada: Érase una vez allá por 1997-98, cuando la U. V. había iniciado o estaba por iniciar su vida “autónoma”, un grupo de universitarios lambiscones se acercó al gobernador para proponer otorgarle el doctorado honoris causa. Patricio Chirinos les contestó, palabras más palabras menos: “Señores, yo no merezco eso, pero la Universidad Veracruzana tampoco. Están ustedes por empezar su vida ‘autónoma’ y no pueden iniciarla otorgando al gobernante esa distinción”. Los zascandiles salieron de palacio de gobierno con la cola entre la patas. 

Pero ahora la U. V., por tu conducto, otorga un reconocimiento al gobernador como inventor; pero no como el inventor del “fin de semana a media semana”, sino como inventor de verdad, al lado de Marconi, de Graham Bell, de González Camarena. La Universidad Veracruzana, Martin, no merece eso. Aunque tú y el gobernador sí.

Me dirás –intentando diluir culpas y responsabilidades– que ya se le otorgó a un gobernador hasta un doctorado en derecho sin merecerlo, por no haberlo cursado, y tendrías razón. Pero ¿por qué ahora -a media semana- me obligas a escribirte estas líneas que no merezco? Sé que le debes mucho al gobernador. La rectoría –que recibiste por su gracia– no fue poca cosa. Eso se lo debes tú al ingeniero Cuitláhuac García, no la Universidad al gobernador del estado. Pero el “reconocimiento como inventor” no se lo otorgó Martín Aguilar, sino el rector de la Universidad Veracruzana, y en nombre de toda la Universidad Veracruzana. Hiciste, así, pasar como institucional una componenda entre particulares.

Te repito que eso lo merecen tú y el gobernador, se lo tienen bien ganado, y quedará registro histórico para que las generaciones futuras lo sepan. Pero no lo merecemos los universitarios, ni los veracruzanos ni la Universidad de los veracruzanos.

¿Dónde quedó la crítica del poder? ¿Recuerdas que desde que estábamos en la prepa eras de “izquierda”, cualquier cosa que entonces y ahora se quiera decir con eso? Y un tiempo después, en la primera generación de la Facultad de Sociología –fundada por tu mentor, Ricardo Corzo, a quien superaste en eso de arrejuntarse con El Príncipe–, en donde destacabas por tu discurso “progresista”, “crítico” y siempre “de izquierda”. ¿Lo recuerdas?

No espero respuesta ni explicación porque nadie está obligado a lo imposible. Nomás te escribo porque me adelantaste el fin de semana. Y eso me encabronó, molestó un poco.

Sigue inventando.

Te saludo con el afecto de siempre.

La segunda y última misiva, la publicó el pasado viernes 01 de marzo. Esta es la versión íntegra:

Carta II al rector de la UV

Martín: 

Te interrumpo en medio de ese cúmulo de nada que tienes que hacer -que va in crescendo-, para decirte que me deslindo de la tal “campaña de desinformación e interpretaciones erradas que circulan”, a que hace referencia un panfleto anónimo, que salió de algún oscuro rincón de tu oficina con tan poca luz, menos ciencia y ningún arte, y que puedes consultar en https://www.uv.mx/comunicacionuv/files/2024/02/CUV-Sobre-los-reconocimientos-del-Dia-de-la-Inventora-e-Inventor-Universitario-280224.pdf

En mi anterior misiva no desinformé porque no mentí, salvo que pruebes lo contrario. Tampoco erré (de cometer error, no de errar) porque nada interpreté; sólo describí cómo entregaste un reconocimiento, en nombre de la Universidad, al gobernador (e inventor) Cuitláhuac García. Y aprovecho ahora para decir también que lo hiciste por culiempinado: nadie te obligaba a buscar al inventor (y gobernador). Él no te lo pidió. Tú fuiste con muy comedidas y zalameras formas a ofrecérselo, el reconocimiento. En ello mostraste agradecimiento por tu meteórico ascenso a la rectoría, cosa que debes a la intervención del aún gobernador (e inventor). Te repito –a ver si ahora lo entiendes–, que ese agradecimiento se lo debe Martín Aguilar a Cuitláhuac García, y NO la Universidad al gobernador (e inventor).

El libelo perpetrado en tu oficina termina diciendo: “En ese contexto, lamentamos que haya intereses que buscan menospreciar el trabajo de las mujeres inventoras y de los inventores de esta casa de estudios”. Yerras nuevamente el tiro, Martín. El menosprecio y hasta el asquito serían, en su caso, hacia Cuitláhuac García y Martín Aguilar, universitarios que utilizan los puestos públicos que ocupan para cobrarse y pagarse deudas adquiridas en ve tú a saber qué acomodos privados. Entiendo que son compañeros de partido, tú y el gobernador (e inventor). Pero es muy claro que están haciendo campaña electoral con recursos públicos. Te estás metiendo en terrenos que desconoces, y te está conduciendo por ellos alguien que los conoce aún menos que tú. Los delitos electorales son graves, Martín. Deberías consultar a un abogado. La oposición te acecha.

Una más. Te acabas de deslindar de la carta –inicialmente firmada por la U. V.– en apoyo a Natalie Kitroeff, periodista del New York Times, quien ha venido ventilando presuntos nexos del jefe nacional de tu partido, alias El Kakas, con el crimen organizado (https://www.uv.mx/comunicacionuv/files/2024/02/Precision-sobre-firma-en-carta-de-apoyo.pdf.). Ninguno de los dos “comunicados” los firmas. Son prácticamente anónimos, aunque es claro que pones a la U. V. al frente de tu apoyo y agradecimiento -tácitos, pero más que evidentes-, a quienes te hicieron llegar a donde hoy, de muy cómoda y plácida manera, sigues acumulando un chingo de nada que hacer.

Te saludo con el afecto de siempre.

Deja un comentario