En riesgo, aporte del IMP en Dos Bocas

  • Falta de recursos crea rezago en laboratorios con los que desarrolla proyectos y pruebas

La participación del brazo tecnológico de Pemex en la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), está en riesgo.

El instituto enfrenta un rezago importante en los equipos de los 12 laboratorios con los que desarrolla proyectos y pruebas, “debido a una disponibilidad presupuestaria limitada”.

De acuerdo con un diagnóstico de fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas realizado por el propio IMP y obtenido por EL UNIVERSAL, se detectó como debilidad que de los 12 mil 416 equipos de sus laboratorios, sólo 29% —3 mil 600— están en buenas condiciones.

Otro 26% —3 mil 228— están con condiciones regulares y 5 mil 588 están en malas condiciones, equivalentes a 45% de sus equipos, lo cual le demanda una inversión de 180.1 millones de pesos para renovar parte de esa tecnología el próximo año.

Apenas el pasado 23 de septiembre, en el acto conmemorativo por el 55 aniversario del IMP, la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, afirmó que el instituto “no nada más es un brazo tecnológico nacional, sino que tiene presencia mundial”.

En el documento el instituto subrayó que la nueva administración reorientó los objetivos estratégicos del sector energético hacia el mercado interno.

“Su principal proyecto, la construcción de la refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco, y el enfoque en reparación y rehabilitación de las plantas existentes, abrieron grandes posibilidades de participación al Instituto Mexicano del Petróleo”.

Sin embargo, detalló,“requiere mayores inversiones para afrontar esta gran oportunidad que le presenta el sector energético, y reafirmar su posición como brazo tecnológico de Pemex”.

Reconoció que “aún aplicando los programas de mantenimiento y extendiendo la vida útil de los equipo gracias a la capacidad e ingenio de los técnicos e ingenieros del instituto, se requiere forzosamente de la adquisición de productos más avanzados tecnológicamente para afrontar las necesidades de los proyectos o el incremento en productividad para hacerlos rentables e impulsar productos y servicios que demanda el mercado petrolero”.

Subrayó que “si no continúa renovando sus equipos, no se podrían realizar los proyectos de investigación que requieren de tecnología nueva”.

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